Las redes sociales se alimentan de contenido orgánico (publicaciones regulares) y contenido pago (campañas publicitarias). Ambos tipos de contenidos deben combinarse en función de los objetivos que se deseen alcanzar.
Las campañas publicitaras están netamente orientadas a un propósito específico: lograr mayor reconocimiento, consideración y/o conversión. Invertir en anuncios permitirá que más personas te conozcan o conozcan tus productos/servicios, ampliar tu comunidad, captar nuevos “leads” o potenciales clientes y/o generar más ventas.
Las publicaciones regulares (contenido orgánico) tienden a mantener activa la comunidad al brindar información de utilidad, entretenimiento, inspiración e interacción. El objetivo es generar empatía, identificación y confianza con el cliente. Al planificar las publicaciones orgánicas es muy importante escuchar a la audiencia para elegir los temas a tratar y utilizar variedad de diseños y formatos, dependiendo la red social. Una cuenta “no actualizada”, es decir, que se mantiene mucho tiempo sin publicar, puede generar “desconfianza” en el cliente, al provocar dudas sobre si está funcionando o no.
Por eso, siempre es conveniente tener una planificación de contenidos que permita mantener la cuenta “siempre viva” ; y estar siempre monitoreando la interacción y las métricas de cada red social.
¿Planificaste ya tus contenidos para el 2022?